miércoles, 3 de junio de 2015



   
                    I.E.S JOSÉ CADALSO.
                    San Roque.
                                             Esta mañana, dentro del recinto del centro, nuestro compañero y jefe de estudios, José Luis Domínguez, ha sufrido una agresión por parte del familiar de un alumno. El agresor  antes de la apertura estaba ya en el centro esperando y preguntando por el jefe de estudios y cuando llegó éste se cercioró de que lo era preguntándole y acto seguido y sin mediar palabra le propinó un fuerte golpe en la cara. Testigos de esta agresión han sido el propio hijo de nuestro compañero y cuatro profesores que iban junto a él, más otros que estaban en el interior del edificio.
Solo con la descripción de los hechos se nos da la medida de la gravedad de los mismos; alguien que premeditadamente, en un acto de alevosía, planifica su acción con una idea previa: castigar físicamente y humillar a nuestro compañero.
Este hecho que denunciamos no es la primera vez que sucede. Se repite aquí o allá dentro de los centros públicos como una salmodia tóxica que sigue sin tener arreglo ni compromisos verdaderos.
Cuando sucede algo así, en muchos de los que rodean al  mundo de la enseñanza, desde fuera, tratan de buscar en el agredido el origen del asunto: algo habrá hecho.
Los docentes nos sentimos en gran medida solos y como si estos asuntos solo fueran competencia nuestra. Nada más alejado de la realidad: la Educación es un edificio con espacios que actúan como vasos comunicantes. Una agresión a uno de los distintos miembros de la Comunidad Educativa es, al instante, un agravio para todo el conjunto.
De hecho, el agresor de esta mañana, después de golpear a nuestro compañero y amenazarlo con que “ya lo cogería fuera” hizo extensivo su ataque contra alumnos del instituto.
Uno de los graves problemas que afectan a una comunidad como la nuestra, que trabaja en la formación de nuevas generaciones, es el de haber asumido como propios e inevitables los problemas de violencia, que son los mismos aunque cambien nombres o localizaciones. Todavía hay muchos implicados en esta esfera que no se dan cuenta de que es imposible realizar un trabajo como el nuestro si de lo que estamos hablando es de tener que preocuparnos por lo más básico: la seguridad y el respeto.
Y son muchos los que aun hoy callan por propia comodidad porque  “no es a mí” y puede que en un futuro próximo  sean otros: docentes, alumnos o padres. De la violencia gratuita, analfabeta o prepotente no nos libra nadie. En una sociedad atacada por la crisis  de valores, el centro de gravedad permanente, el referente único homologado por todos, sería el de generar una Estabilidad basada en el respeto y en el reconocimiento de lo que en los centros se hace por la educación de todos los grupos sociales.
EXIGIMOS una implicación real y efectiva de todos los que tienen la posibilidad de cambiar este paisaje, aplicando con rotundidad la autoridad del servidor público.
-         Porque nos gustaría que este fuese el último comunicado sobre violencia en los centros públicos de enseñanza.
-         Porque necesitamos saber que se van a tomar medidas efectivas.
-         Porque nuestros centros son eficaces gracias a profesionales como nuestro compañero José Luis Domínguez.
-         Para que deje de estar en el punto de mira nuestra ESCUELA PÚBLICA PARA TODOS.
Fdo. Profesores del I.E.S. José Cadalso y Comunidad Educativa de San Roque y el Campo de Gibraltar.


San Roque, 2 de Junio de 2015

martes, 2 de junio de 2015


¡No a la violencia en los centros educativos!, en este caso debemos hablar de la agresión al jefe de estudios por parte del familiar de un alumno del centro.